Tres días entre el pasado y el futuro que servirán para crear un vínculo entre los dos países y las comunidades italianas y de descendientes de italianos.
La primera misión de Comites México 2023 fue una experiencia inolvidable: se reunieron más de trescientas personas, llenas de entusiasmo, historias y emociones que literalmente abrumaron a la delegación; un deseo de italianidad y comunidad que no se ha visto desde hace tiempo aquí en México. Que por cierto, para ser honesto, nunca se había visto.
Iniciamo el jueves en la CDMX: esperamos a una treintena de personas, llegan casi el triple.
Las sillas dentro de la Piccola Trattoria no son suficientes, pero no importa, se toman las de afuera y todos juntos, como en familia. El Cónsul Flavio Sereni, el Rector Presidente de la Academia de Arte de Florencia Fabio Caselli, representantes de asociaciones como Manuela Paterna (piamontés) Eduardo, Silvia y Lilia Zueck (Trentini), Regina Casalini (AIA) y muchos otros miembros de la sociedad civil escuchan atentamente las palabras del Vicepresidente Antonio Mariniello, del Presidente Giovanni Buzzurro y del Presidente del Comites de Costa Rica, Giuseppe Cacace, quienes se unieron a la delegación para compartir la experiencia positiva realizada en el campo del financiamiento.
Hablamos de reunir a la comunidad, de conocernos y ayudarnos, de trabajar juntos en proyectos nuevos e interesantes. Pero sobre todo convivimos, nos conocemos, formamos comunidad.
Al día siguiente, breve pero interesante almuerzo de trabajo sobre temas comerciales, antes de partir hacia Chipilo. Nos esperan, como siempre, nuestros “héroes locales”, Arturo Berra y Esteban Kadwrytte Dossetti, creadores del “Museo de la Emigración Chipilo“.
Con ellos hablamos de la posibilidad de un espacio que también puede ser virtual, a raíz del proyecto ya financiado del Comites costarricense, que podría dar aún mayor visibilidad a este pintoresco e imperdible pueblo veneciano a diez minutos de Puebla. Por la tarde encuentro con las autoridades y la comunidad local, emotivo e interesante como siempre: en Chipilo todo italiano se siente como en casa.
Al amanecer del día siguiente, salida hacia Veracruz, el estado con mayor número de descendientes de italianos en México. Desayuno en Orizaba, a la sombra del majestuoso pico, donde nuestro Cónsul Honorario, Emilio Zilli De Bernardi, encabeza una delegación de italianos. Los representantes del Comites transmiten a los presentes la importancia que tienen los veracruzanos para la comunidad italiana, luego escuchan las muchas veces increíbles historias de todas estas familias.
Nos despedimos con un hasta pronto, seguros que esto fue solo el comienzo.
Se pasa por Huatusco hasta llegar a la “Manuel González“, primera colonia italiana en México, habiendo nacido en 1881, a diferencia de Chipilo, nacido al año siguiente. Aquí esperándonos en el “bocciodromo” (una estructura verdaderamente única muy bien administrada por el Sr. Marini) está la Sra. Gabriela Parissi, presidenta de la “Associazione dei Bellunesi nel Mondo”.
En medio de una vegetación increíble, entre plantaciones de café y caña de azúcar, nuestra delegación fue recibida por una enorme cantidad de italianos y descendientes: no solo bellunesi, sino también de Trentino, Lombardía e incluso un hombre de Bari, que casualmente estaba allí por un tiempo enamorado de esta mágica tierra.
La energía que se siente es increíble. El encuentro entre el Comites y las familias que los han acompañado se desarrolla en un ambiente armonioso, entusiasta, curioso y de profundo y mutuo agradecimiento. Un muy buen “caldo de hierba moras” pone fin a una reunión regeneradora de los representantes del Comites, antesala de una relación con éste destinada a perdurar en los años: un “amor silencioso”, para tomar prestadas las palabras de uno de los muchas intervenciones emocionales, nacidas en este caluroso sábado y destinadas a grandes cosas.
Por la tarde, parada en el museo “José Benigno Zilli Manica” en Zentla. Aquí también muchos rostros y apellidos italianos que han hecho historia no solo de la colonia, sino de todo Veracruz: Cesa, Crivelli, De Gasperin, Debernardi, Marini, Parissi, Visentin, Zilli y tantos otros.
Se habla de la necesidad de llevar adelante el museo. También están Arturo y Esteban, que nos acompañaron desde Chipilo, quienes comparten su experiencia, y coincidimos en la posibilidad de compartir la idea de un proyecto de museo virtual con Chipilo, con la idea de ofrecer a ambos museos mayor y a los usuarios la posibilidad de tener en un solo sitio web los dos únicos museos de la emigración italiana en México.
Domingo por la mañana dedicado a la visita a Córdoba: Desayuno en el centro con las familias italianas de Córdoba. Realidades muy importantes con un gran sentido del espíritu italiano y deseo de comprometerse con nuestra comunidad.
Para organizar y asistir al encuentro, como siempre en todas las etapas en Veracruz, nuestro cónsul, Emilio Zilli, a quien felicitamos enormemente por el compromiso, la experiencia y la pasión que pone en lo que se refiere a Italia: un recurso insustituible, solo para Veracruz, sino para toda la comunidad italiana en México.
Él último evento de estos tres días intensos, una visita a la finca “Cafetalera San Felipe” de la familia De Gasperin: primero el abuelo, luego su hijo Adrián y finalmente las muy jóvenes nietas Melissa y Jimena continúan con la tradición familiar de productores de café, hoy agro ecologico.
Un recorrido por la Finca, donde se aprende sobre el café, las abejas y, sobre todo, la cultura del trabajo, seña de identidad de este pueblo y de todos los que llegaron a México con pasaje de tercera y muchas esperanzas.
A continuación, el padre Adrián nos muestra orgulloso su hermosa casa, llena de documentos, herramientas y fotos que atestiguan la historia de la familia, desde su desembarco en 1881 en el puerto de Veracruz hasta hoy, orgulloso de su pasado, de su sangre italiana y de su encantadoras hijas, las hermanas De Gasperin Melissa y Jimena, tras vivir experiencias europeas, han vuelto a casa para continuar con la tradición familiar y traerla al siglo XXI.
Su historia nos parece la instantánea perfecta para cerrar la primera misión del Comites, entre la Ciudad de México, Puebla y Veracruz, entre un pasado importante y un futuro que, para la comunidad italiana, si tiene la cara de Melissa y Jimena, es definitivamente prometedor.
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